Durante una auditoría externa es habitual que se propongan ajustes contables y fiscales. Estos ajustes suelen derivarse de errores, omisiones o incumplimientos normativos. Los más frecuentes incluyen:
- Provisiones no registradas (aguinaldo, vacaciones, honorarios, impuestos por pagar).
- Depreciaciones incorrectas o activos sin reconocimiento contable.
- Diferencias en conciliaciones bancarias o registros duplicados.
- Reclasificaciones contables entre cuentas de activo/pasivo o ingresos/gastos.
- Omisiones en el registro de ingresos acumulables o deducciones autorizadas.
- Falta de cumplimiento con Normas de Información Financiera (NIF) aplicables, como:
- NIF D-3: beneficios a empleados.
- NIF D-4: impuestos a la utilidad.
- NIF D-5: arrendamientos.
Recomendación: Aplicar una revisión periódica de cumplimiento contable y anticipar ajustes antes del cierre, reduce riesgos y facilita el dictamen de auditoría.
