Los procedimientos de auditoría convenidos (PAC) son una alternativa eficaz a las auditorías tradicionales cuando se requiere examinar rubros, procesos o transacciones específicas, sin emitir una opinión global sobre los estados financieros. Estos procedimientos se pactan previamente entre el auditor, el cliente y, en su caso, terceros interesados (como inversionistas, socios o autoridades fiscales), y el resultado es un informe que describe hallazgos objetivos sin juicios de valor.
Implementar un PAC permite:
- Obtener evidencia concreta y objetiva sobre áreas clave.
- Identificar oportunidades de mejora en controles internos.
- Respaldar decisiones gerenciales o legales con hallazgos documentados.
- Fortalecer la confianza de terceros en la gestión administrativa o financiera de la empresa.
Recomendación:
Considera utilizar un PAC cuando:
- Se sospechan posibles irregularidades internas (por ejemplo, fraudes o desviaciones de capital).
- Es necesario revisar ciertas áreas de riesgo alto (como inventarios, bancos, proveedores o activos fijos).
- Se requiere fortalecer la transparencia ante terceros sin asumir una auditoría completa.
Al definir los procedimientos con claridad y delimitarlos a objetivos específicos, se pueden obtener resultados útiles con menor costo y en menor tiempo que una auditoría integral.